A la mañana
siguiente, en el departamento de los dos erizos. Se podía ver como Silver desayunaba
con tranquilidad, leyendo una revista de chicas con la mayor parte de su cuerpo
al descubierto, en pantuflas, rodeado por una bata a todo estilo soltero, con
sus púas revueltas y todo lagañoso. Amy llega a la cocina acomodándose su
chaqueta color roja, lo queda mirando como el loco que era. Éste alzo su mirada
del papel mirándola con una ceja en alto.
-¡Buen día!
Señorita Amy-saludo riendo con una sonrisa algo picara.
-¿Estas
desayunando?
-¿Uh?-miro su
plato para luego mirarla a ella con una sonrisa inocente-Si.
-Teníamos que
estar en esa oficina ahora…
-Entre más tarde
lleguemos allí mejor-resoplo mordiendo una tostada- Además, el desayuno es lo
mejor del día.
-Silver vete a cambiar-ordeno
en forma de algo cortante. Él la miro con una sonrisa de lado, no era nada
tonto y sabia que cuando usaba ese tono de voz, su vida estaba en peligro.
-¡Bueno
mamá!-exclamo corriendo hacia su cuarto, como el buen cobarde que era.
Dejando una nube de humo en el camino.
A los minutos apareció
mientras ella lo esperaba sentada en el sofá. Cuando escucho el ruido de llaves
se giro del sofá para sonreírle con dulzura.
-¿Listo?
-¡Listo!¡El
asesino Silver, ya llego!-ella soltó una leve risa al escucharlo y verlo menear
el bote de un lado a otro.
-Pareces un
estúpido-dijo cerrando sus ojos girando su rostro hacia un lado.
-¡Un estúpido,
que es muy guapo!-contesto arrogante posando una sonrisa sensual. Ella
simplemente rodo los ojos. Mientras se dirigía hacia la puerta-Esto de jugar a
los buenos me gusta-comento saliendo del departamento.
-¿Te gusta el
trabajo o la policía que trabaja contigo?-pregunto mirándolo sospechosamente.
-¡Pues claro que
la policía!-grito ofendido ante la pregunta-¡La pregunta ofende!
-Me lo esperaba.
Tú no eres capaz de mover tu culo de
sillón, únicamente por trabajar-soltó mirando al frente con
tranquilidad.
-¡Respétame
chamaca!- regaño mirándola con el ceño fruncido-¡Si bien tengo claro que las
únicas actividades que hago en el día son: comer, mirar televisión, cagar, mear,
comer, follarme alguna tipa, nuevamente cagar, revisar la nevera, trabajar este
cuerpito de un dios griego que tengo-exclamo posando sus manos en su torso,
poniendo una cara de drogado. Amy lo miro con una gota de sudor en la frente al
verlo- ¡¡Te juro enana, que sí yo fuera mujer o gay, me enamoraría de mi
mismo!-rio egocéntrico abrazándose a sí mismo al momento en que se tocaba con
sus manos de forma indebida-
En fin…volviendo al tema. Que no haga nada en la
casa, o de mi vida. ¡No quieres decir que me lo reclames todos los
días!-contesto elevando su mentón dignamente.
-¡Lo único que
haces productivo es matar!-grito colérica, pero inmediatamente se tapo su boca
con sus manos mirando asustada hacia los lados. Silver sonrió socarrón al
momento en que la regañaba con la mirada pero a la vez con burla.
-Mocosa….¿Cuántas
veces te he dicho que no andes gritando por ahí esa clase de cosas?-regaño,
haciéndose el madurin.
-¡Cállate,
peinado de marihuana!-le grito molesta al momento en que se colocaba el casco
que colgaba en una motocicleta color celeste-¡Vamos, que por tu culpa estamos
llegando tarde!-grito, algo molesta por el casco que le incomodaba.
Silver todo
perezosos se coloco el casco haciéndose el chulo. Para luego colocarse en
frente de la eriza y encender la motocicleta.
*++*~0~*++*
Su mirada
esmeralda se encontraba puesta en esa pantalla, en donde la imagen del asesino
de sus padres se encontraba. ¿Cuántos años habían pasado desde que lo vio por
última vez?. Cinco. Cinco años, desde que se había vuelto lo que era ahora. Una
asesina.
Su primera
muerte, fue la de ella misma. Mato a la que era antes, a Amy Rose, para
convertiste en la que era ahora, Amy…The Hedgehog. Para la sociedad, o para lo
que la conocían en el trabajo sucio. Silver había decidido registrarla bajo su
apellido, con el fin de que lo que la buscaban no la encontrara. Se encontraba
eternamente agradecida por ello. En
varias ocasiones se encontró con que la buscaban (sobre todo en los primeros
años) al no obtener resultados en su brusquedad, la dieron por muerta.
Ahora
ante la leve explicación que daba el zorro de dos colas, sobre la antigua
familia monarca, le aseguraba que aun estaba a salvo.
Miraba con
intensidad esa pantalla, en la cual reposaba el causante de su sufrimiento. Por momento, solo por
momentos sus ojos pudieron mostrar ira y odio, pero como digna asesina se
mantuvo inexpresiva, bajando su flequillo como mascara, para que los demás no
vean su mirada de tristeza.
Aun recordaba su
primera vida, que robo de otra persona. Un terrorista del hemisferio este que
venía a su país con el fin de depositar una gran cantidad de dinamita en un
hospital en el centro de la ciudad. Ahora que lo analizaba, con los años de
experiencia por encima, se daba cuenta de que todos los de ese tipo, siempre
buscaban más el choque sentimental que físico, que causaban sus actos.
Sacudió sus
pensamientos, no quería pensar en eso. Giro su rostro hacia un lado para ver a
su compañero, mover la colita como perrito simpático, mientras miraba a la
felina del otro lado de la mesa. Elevo su mano dándole un zape por detrás de la
nuca, haciéndolo besar la gran mesa de roble. Él se llevo las manos a su nuca
mirándola con reproche.
-Compórtate como
una persona normal…-regaño, al verlo comportarse tan atolondrado. Él
simplemente se tiro hacia atrás mirándola con una sonrisa divertida; sabia todo
lo que le molestaba todo ese tema.
-Ahora…Chaotix,
ustedes verificaran el área norte de la
ciudad. Mientras que Knuckles y Rouge el área sur. “El sujeto X” posee dos
grandes propiedades allí. Deben ser discretos. ¿Entendido?-comando apuntando a
un mapa detrás de él, los tres primero asintieron, mientras que los otros
golpearon la mesa con fuerza simétricamente.
-¡¡ME NIEGO A
TRABAJAR CON ÉL/ELLA!!-gritaron a la par frunciendo su ceño con intensidad.
-Si no trabajan
en equipo, me temo que deberé negarme a entregarles las joyas y la isla privada
que pidieron- hablo con despreocupación Tails sentándose en su cómoda silla
acolchada. Tanto Knuckles como Rouge lo miraron horrorizados, resignados los
dos se dejaron caer en sus respectivas sillas.
-¡¿QUÉ?!¡¿JOYAS?!¡¿ISLA
PRIVADA?!-no pudo evitar gritar Amy al notar aquel detalle. Fulmino con la
mirada a Silver, antes de sentarse nuevamente en la silla y cruzar sus brazos a
la altura de su pecho. Corrió su mirada hacia un lado, molesta por dejar que
Silver decidiera el pago. ¿Para qué mierda le serbia una identidad nueva, si se podía aislar en
una isla desierta rodeada de dinero?
-(¡¿Para qué mierda deje que Silver eligiera
la paga?! ¬¬#...¡La próxima vez, ni drogada lo dejo elegir! ¬¬…Mierda…¡A esta
hora estaría ilusionada con la idea de tener una isla privada, rodeada de dinero!
T^T…)-Silver rio nervioso ante la molestia de la eriza, sabía que después
le reclamaría por no haber pedido algo de valor. Pero el mejor que nadie sabía
lo que era tener una identidad.
- En cuanto a
Silver y Blaze buscaran las bases en estos sectores. Son muy importantes sus
poderes, ya que si algo sale mal los dos podrán salir con mucha facilidad de
allí-la felina asintió mirándolo seria, mientras que el erizo plateado
bailoteaba de lo más lindo, llegando a mover su cuerpo como un gusano, con
lagrimitas en los ojos.
-(¡Gracias
seres divinos, de el infierno o del cielo!¡Ahora tendré a Blaze, todo el día
para admirar su belleza femenina!*¬*…¡Prometo que si la felina cae antes mis
encantos, me hago budista, cristiano, satanista, o alguna de esas cosas!¡Estoy
tan feliz!^^)-
Todos los de la salón lo miraban como el loco que era, a excepción de Amy que
simplemente soltó un suspiro resignada. Jamás en esos años le había podido
sacar lo pendejo, por lo que ya se resignaba a verlo comportarse como un
drogado.
-Bueno, Sonic y
Amy…se encargaran de infiltrarse en la fiesta que se realizara esta noche. Allí
se encontraran toda la gente importante de la ciudad, por lo que no dudamos que
el objetivo este allí- Los dos erizos asintieron con firmeza.
Silver dejo su
cara de drogado, para fruncir el ceño con molestia. Con fuerza golpeo sus manos
en la mesa, mirando con una clara molestia
el erizo azul que se encontraba del otro lado de la mesa. Este aun, con
sus brazos cruzados detrás de su nuca, alzo una ceja al ver su cambio de humor.
-¡¡No permitiré
que mi dulce niña vaya a una fiesta contigo, pervertido sin escrúpulos!!-grito
sacando su lado sobreprotector mientras pegaba su mejilla a la de la eriza con
fuerza-¡¡Mi niña, no está preparada para este mundo lleno de tentaciones y
pervertidos!!-dijo dramático, sonándose los mocos emocionado.
-Silver…-llamo
rodando los ojos. El erizo puso sus ojos dorados en ella- Soy una asesina…no
hay nada en este mundo que me sorprenda o que no conozca más que eso-soltó con
fastidio, como si dijera que es peluquera profesional. A su alrededor pudo
notar como cada uno se tensaba al escuchar aquello.
-¡Pero eso no
justifica, que dejes de ser mi nenita consentida!-rio meloso rodeándola en un
abrazo-¡Y como ya sabes, voy a cortarle el compadre a aquel que te quiera
pervertir!-exclamo con amenaza posando su mirada en el erizo azul, con una
clara intensión.
-En fin…¿Tails a
qué hora es la reunión?-pregunto el erizo azul sosteniendo un bostezo con su
mano.
-A las 9:00pm.
Ustedes irán con el nombre de una importante pareja empresarial-comento
entregándole los documentos falsos- Deben sacar la mayor información posible…
-Muy bien…Me iré
a correr un rato. Después me iré a dormir a mi casa-informo mirando a el
zorrito-
Luego dame tu dirección para que te pase a buscar-le dijo mirando a la
eriza con una sonrisa mientras le extendía una leve tarjeta con su número
telefónico.
Mostro sus
perfectos dientes, al ver como el erizo plateado tomaba la tarjeta y la
guardaba en su bolsillo, mientras lo fulminaban con la mirada. Era razonable
que reaccionara así, después de todo él
haría lo mismo, si de su hermana Sonia se tratara.
Sonic había
crecido en una familia muy unida. Tanto él como sus otros dos hermanos, había
recibido la educación y el amor necesario para hacer sus vidas correctamente.
Pero sin embargo, a pesar de que él con su hermano Manic y su hermana Sonic,
eran trillizos, cada uno poseía una característica que los diferenciaba del
resto. En su caso, el aceptar retos y
correr, eran su pasión.
No podía
imaginarse un día sin sentir el viento entre sus púas. Era algo así como una
vanidad. Pero era una vanidad que se permitía, y la realizaba con gusto. Llego
hasta el último piso de ese edificio y salió hacia afuera caminando con
tranquilidad. Una vez afuera, se detuvo mirando como a los lados varios
peatones pasaban a sus lados, cada uno en su entorno.
Sonrió de lado,
para luego comenzar a correr y perderse en un rayo azul.